Cuando algún jóven jugador promete y parece que puede tener una gran progresión dentro del fútbol, los agentes empiezan a trabajar para intentar representarles y guiarles en sus futuras carreras. Esto puede parecer muy bonito porque pueden ayudar realmente a los jugadores que representan con su experiencia y sus consejos. Además también pueden favorecer a su entorno gestionando aspectos legales o de ámbitos que no son puramente deportivos.
Sin embargo y sin pretender poner en entredicho la figura y las funciones de los agentes, en muchas ocasiones puede parecer que buscan en mayor o menor medida su propio beneficio antes que intentar cubrir las necesidades o pretensiones de sus representados. Cuando aparecen las comisiones o ciertas compensaciones por cesiones o fichajes, los agentes pueden sucumbir a distintas tentaciones que pueden acabar siendo perjudiciales para los jugadores.
Ser representante de futbolistas es una profesión que puede ser muy gratificante, pero es importante que los que quieran dedicarse a esta función dentro del fútbol, tengan presente una serie de principios para que su labor impulse correctamente las carreras de sus representados.
Principios para ser un buen agente
- Pensar en aspectos más importantes que el dinero: es fundamental que el agente no piense únicamente en su beneficio propio en términos económicos. Y es básico que hagan entender a sus jugadores que su crecimiento debe basarse en una progresión constante en términos deportivos y futbolísticos. De esta manera, el crecimiento también acabará dando resultados económicos.
- Crear expectativas reales de los jugadores: los representantes deben ser honestos con los equipos y personas con las que trabajan cuando recomiendan a sus jugadores. También con sus representados ya que en este trabajo los resultados se obtienen a medio y largo plazo que es cuando se pueden demostrar las cosas.
- Pensar que el jugador es quien mejor se conoce: los jugadores necesitan ser asesorados y recibir los consejos de los agentes, pero ellos son quienes mejor se conocen. Por eso los representantes deben escucharles y entender sus necesidades ya que su principal labor es ayudarles.
- Estimular la paciena de los jugadores y la propia: como hemos comentado antes, los resultados se consiguen a largo plazo y esto implica que jugadores y agentes deben desarrollar una cierta entereza para mantener la calma en las negociaciones, en el trabajo diario y en el esfuerzo en todos los ámbitos en general.
- Intentar anticiparse a los hechos: siguiendo con la idea de que los frutos del trabajo surgen en procesos más o menos largos, los agentes deben intentar, gracias también a su experiencia, anticiparse lo máximo que puedan a los sucesos. Los representantes deben estar atentos al mercado, a las novedades de los clubs, a los cambios en los equipos...
- Aprender constantemente: al igual que los jugadores y los entrenadores están siempre pogresando y aprendiendo cosas nuevas, los agentes tienen que demostrar que son capaces de seguir mejorando continuamente. Con el paso del tiempo serán más competentes en las negociaciones, darán mejores consejos a sus jugadores, tendrán más y mejores contactos...